Legionarios de Cristo (publicada el 31/04/04)



Era un colegio laico. A los pocos días de empezar el curso los padres reciben una notificación en la que se les indica que una “cosa que se llama los legionarios de Cristo, compra el colegio”. Las normas cambian, porque los niños y niñas tienen un “desarrollo intelectual” diferente que requiere la separación por sexos en las aulas. 
Además, los legionarios instalan una capilla (para rezar supongo) y comunican que los niños tienen todos los recursos a su alcance para hacer la comunión. Se convoca a los padres a reuniones en las que aparecen “infiltrados” que piden que al intervenir se identifiquen e identifiquen quiénes son sus hijos. Entonces un “legionario” se dirige a los padres a través de una  cuenta anónima de correo electrónico para decirles que su intención es captar nuevas vocaciones entre los chavales más jóvenes. Y los niños se cambiaron de colegio.
Ya hace unos meses y muchos ya lo saben, Pedro Olea, director de cine español, colgó de la página de internet: www.haymotivo.com , junto con otros directores españoles, un corto de tres minutos que habla sobre los Legionarios de Cristo.
“La legión debe ser fuerte como un ejército en posición de combate."
(Papa Pío XII al bendecir la obra en 1947). La parte más conservadora de la Iglesia dispone de un ejército de soldados dispuestos a evangelizar en cualquier país del mundo, por un módico sueldo que la Iglesia y otros mantienen. La compra o venta de colegios y la intervención explícita en la educación de muchos niños y  niñas -intelectualmente diferentes-, es labor de algunos de los que apoyan que la religión –católica-, no es sólo necesaria, sino indispensable para la educación de las personas pequeñas.
La religión y la fe siempre fueron para mí una cosa muy respetable y una opción muy personal, sólo que se me escapan las palabras cuando se vuelve tan poderosa en sus “empresas”. Porque nuestra memoria debería saltar con los  fundamentalismos en todo, porque no es muy bueno para la gente, y  probablemente lo sea mucho menos para los niños. Pero nada más, cada uno que crea lo que quiera, siempre que, por favor, no se lo impongan a nadie. 

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