¿MEMORIA?
Fuimos a Bustarviejo a visitarlas y salimos como siempre a dar una vuelta. Esta
vez Cristina nos llevó un poco al monte. Muy cerca de su casa, hay un lugar que
se llama los Barracones: “un espacio de planta rectangular con un patio central
donde se alojaron los más de dos mil presos que fueron pasando por él entre
1944 y 1952”, cita José Luis Regojo, explicando que este es uno de los tantos
penales de trabajos forzados que existieron en este período de la historia, presos ideológicos, subrayo, que se
recuerdan con una placa conmemorativa, en el mismo espacio, por haber defendido
la República.
En Los Barracones,
vivieron los presos, muy cerca de sus familias, construyendo, en situación de
semiesclavitud, con ninguna medida de seguridad, 70 kilómetros de
infraestructura ferroviaria, de la línea Madrid-Burgos, para la empresa
Hermanos Nicolás Gómez.
Andando se pueden ver los restos de lo que fueron cuarenta
chabolas, construidas por los presos “en la ladera del monte adyacente donde,
en poco más de cuatro metros cuadrados, mujeres y niños sobrevivían hacinados,
cerca de sus maridos, padres o hijos, que desarrollaban un trabajo agotador y
peligroso, con una dieta escasa y soportando adoctrinamiento religioso y
político”, cita Regojo en el mismo artículo.
Por la cercanía de sus familias, los presos no escapaban, ¿quién
iba a hacerlo si dejaba allí a sus hijos e hijas? Alguna madre animó a su hijo
a hacerlo, que lo conseguiría como excepción. Esta es la “pecurialidad”, si se
puede llamar así, que te envuelve y te hacer retroceder, sin haberlo vivido a
Los Barracones.
Ley de Memoria
La historia se enseña y de alguna manera se vive, o al menos
así lo sentí yo cuando pasé por Bustarviejo, es una historia humana, emocional,
que a saber de qué forma toca a los descendientes. Toda una vida, vivida, en un
campo de trabajos forzados… Por no ser amigo de la dictadura ¡Uf!
Sin duda es emocional, pero es de justicia que sea una
historia política. Y entonces llega la Ley de Memoria al Congreso que dice así:
“la historia no debe construirse desde el olvido y el silenciamiento de los
vencidos. El conocimiento de nuestro pasado reciente contribuye a asentar
nuestra convivencia sobre bases más firmes, protegiéndonos de repetir errores
del pasado.” Y añade, y aquí estemos atentos, aunque sea una obviedad bien
conocida “Las violaciones de los derechos humanos durante la Guerra y la
durísima represión de la posguerra y la dictadura franquista fueron condenadas
en el informe de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, adoptado en
París el 17 de marzo de 2006”.
Se recoge en la misma ley que el Consejo de Europa, es el que señala en el mismo informe que durante la Guerra de España se cometieron “gravísimos crímenes” y que durante la posterior dictadura franquista se estableció un sistema político autoritario que reprimió masivamente todo atisbo de oposición política: “en España se produjeron de manera sistemática desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, políticas de campos de concentración, trabajos forzados, torturas, violaciones e incluso secuestro masivo de recién nacidos bajo una política de inspiración genética”.
Se ha hablado mucho en estos días sobre esta ley y no podía
ser de otra forma, porque hoy mismo Público hacía referencia a un acto
organizado y propuesto en Valencia para homenajear la dictadura, porque la
apología al franquismo, en este país y después de más de 40 años, sigue estando
permitida, y sigue siendo legal. Esta ley no lo permitiría.
Declarar que el
Régimen es ilegal e imponer a multas a los ultraderechistas, que hacen
propaganda y presumen de ideología, es
algo que algunos partidos políticos no pueden permitirse, principalmente porque
sería negar su propio germen o caldo de cultivo. En definitiva, para la
ultraderecha española, permitida y consentida por la derecha, esto no es
permisible. No les viene bien.
Pero la polarización interesa y recurrir a ETA, o definir
que esta ley sale adelante por EH Bildu es baldío e innecesario. La realidad es que como se
reconoce en el propio texto, es un derecho inalienable el conocimiento de la
verdad histórica sobre el proceso de violencia y terror impuesto por el Régimen
franquista, que es necesaria la investigación y que es necesaria que esta se
asuma por parte del Estado: que haya, que exista un registro de víctimas de la dictadura,
que desaparecieron de su casa y nunca se supo más… Los represariados
po-lí-ti-cos. Y muchas cosas más que habría que añadir a la Ley y al discurso.
Sin duda, este tiene que ser un paso, necesario y a la vez
vergonzoso, porque es muy tarde, porque tuvo que ser antes. Y no vale
escudarnos, nadie ni en EH Bildu, ni en nada. Este es un proceso necesario, de
todas las personas, las que fueran víctimas y las que no. Los que hablamos
hoy con nuestros hijos y nos sentamos a
contarles lo que pasó en la Guerra Civil y lo que vino después, durante mucho
tiempo, y para muchas personas.
Comparaciones
Y voy a comparar. La líder de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, dijo en el debate sobre el Estado
de la Nación: “que a nadie puede satisfacer todo lo que sucediera y que se
prolongara tanto en el tiempo(…) sentimos enormemente su sufrimiento somos
conscientes de que para algunos nunca será suficiente”, hablaba de ETA.
Esther Romero, delegada de España 2000 en la comarca de
l'Horta Nord, movimiento que se prepara para celebrar el próximo 18 de julio el
alzamiento franquista, no solo no pide perdón, por los asesinatos en dictadura,
sino que organiza una comida en un restaurante. En el menú entra primer plato,
segundo y banderas de postre, con águila incluida.
No veo por qué tenemos que cuestionar a unos y nada a otros.
Bueno sí perdón, sí veo por qué.
Como si fuera una paradoja cuando volvimos de la ladera de
los Barracones, nos sopló un viento imprevisible, que no lo sería si tuviéramos
en cuenta todas nuestras excursiones juntas. Cogimos al hijo e hija en brazos y
andamos con mucha fuerza, hasta llegar a casa, con el viento en contra.
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