GIMNASIA



Pues allí estaba ella sentada tan bonita como es en su banco diciendo que no, que se negaba a creer que en el aprendizaje estábamos limitados por la edad. Hablábamos en realidad de Jason, un lector que llegó a Cuenca, muy pulcro y muy limpito que pasaba una estancia dando clases de inglés en el cole y viviendo en su casa, seguro que sin saberlo aterrizado en uno de los sitios más divertidos de su vida . Señalando a su hijo, él le dijo a Jason: “En realidad te hemos traído aquí para que pegues a nuestro hijo porque en España esto está penado y nosotros no podemos. “ Y el pobre Jason estaba ahí desconcertado sin saber qué era mentira y qué verdad, pensando que seguramente lo de mancharse no era como para merecer un sopapo, o sí. Eso mientras el hijo de siete años se desternillaba mirando su desconcierto. 

 

Y volviendo al aprendizaje, al de los idiomas esta vez, conforme dice mi amiga nuestra capacidad de aprender idiomas,  o de aprender no se limita, con la edad, puede que se limite la velocidad pero no la  capacidad. Así dice ella y tiene razón “las personas estamos constantemente aprendiendo” y tiene razón porque conforme pasa el tiempo y se transforma poco a poco el mundo, puede que nunca las generaciones se vieran tan abocadas, a aprender cosas tan diversas, para poder sobrevivir. Y puede que nunca  nos alejáramos tanto de la especialización en el trabajo y en la misma vida. Ahora nos vemos rodeados de estímulos constantes y de cosas alrededor que nos obligan  a aprender cosas de campos muy diversos, así que la inquietud, en cierta medida , a veces, se ve sobrepasada por la presencia de tanto estímulo.

Pero no era esto lo que quería decir. Lo que quería decir es que en esta  vida tan rica como a algunos nos dejaron vivirla a este lado del mundo (afortunados los que nacimos en esta acera)  el cerebro, es un órgano más que necesita ejercitarse. Y de esto seguro, que nada nuevo hemos aprendido porque la verdad, siempre se dijo que los viejitos eran los sabios y  en las tribus los más mayores, estaban plenos de sabiduría, y a ellos  y a ellas se consultaba. Sin querer darle eso sí el valor único a la vejez sino a las ganas de aprender, que la verdad verdad es que hay mucha gente mayor por ahí que todavía no aprendió que hay mucho que aprender.

Así que en lo que me toca, es posible que siga pensando que la gimnasia es muy buena para la salud, y en lo que se refiere al  aprendizaje, nunca dejemos de hacer gimnasia. Será bueno sorprenderse a uno mismo aprendiendo cosas  para las que todos decían que no estábamos hechas.

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